Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) el estadounidense Harold B. Rhodes (1910-2000) fue reclutado en la aviación de su país y en sus ratos libres enseñaba piano a sus compañeros ya que tenía conocimientos musicales.
El médico de la base donde estaba reclutado le sugirió que creara un programa de terapia musical para los soldados heridos, muchos de ellos postrados e incapaces de moverse. Pero los pianos de la época eran muy pesados y difíciles de transportar. Apenas terminó la guerra, la solución de Harold Rhodes fue hacer el piano de juguete denominado Xilette. Este instrumento tenía un mecanismo interno similar a un xilófono (con sonido parecido al metalófono), hecho con los tubos de aluminio provenientes de las alas de los bombarderos B-17. El piano tenía 30 teclas de tamaño normal, lo que abarcaba dos octavas y media. Fue un gran éxito y se produjeron varios miles de pianos.